Las culturas organizacionales, ¿son totalmente estáticas? Verdadero___ Falso____

Pensar que la cultura que ha llevado al éxito a una organización por décadas e incluso siglos está en decadencia, es estática o está volviéndose obsolescente es un desatino; cuando puede ser que esa cultura tenga elementos que la hacen única, diferente, que le han permitido evolucionar e innovar y pueden continuar asegurándole su éxito.

La cultura de una organización es única, como es único cada ser humano. Esos rasgos propios se van ajustando, modificando y evolucionando a lo largo de su historia, pero se conserva una esencia particular y distintiva. Los seres humanos tenemos características propias que nos permiten afrontar los retos que encontramos a lo largo de nuestras vidas.

No obstante, algunas firmas de consultoría hacen pensar a las organizaciones que su cultura se está “envejeciendo” y que necesita cirugías “mayores”, para garantizar su supervivencia y asegurar su permanencia.

Las empresas con culturas sólidas, con valores y principios definidos y consistencia en su actuar tienden a evolucionar ante los embates que sufren por los cambios en sus entornos a lo largo de la historia. Por eso, hoy encontramos organizaciones centenarias que continúan evolucionando e innovando para adaptarse a los tiempos.

Hemos observado los efectos negativos que se producen en las organizaciones cuando tratan de hacer grandes ajustes a su cultura, motivadas por empresas consultoras o por asesores que los sugieren y que logran convencer a sus líderes de llevarlos a cabo.

Como empresa consultora que participa en procesos transformacionales estratégicos, hemos observado que si una organización ha logrado un nivel de éxito importante es porque tiene unos rasgos culturales que debe conservar e impulsar, pues esas características van a permitirle consolidarse y trascender en el tiempo. Por esa razón, uno de los 10 Elementos es el Entendimiento, un Elemento principal que establece que debemos tener muy claro la cultura antes de adelantar un proceso de transformación.

Esto obliga a quienes dirigen las organizaciones a ser prudentes, analíticos, vigilantes y equilibrados frente a cualquier actuación que vaya a hacerse sobre la cultura, porque sus decisiones a ese respecto tienen serias implicaciones en las organizaciones que lideran.