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La razón y la emoción del ser humano en los cambios

04/09/2020


Quienes participan en las transformaciones organizacionales estratégicas no están libres de estrés. Pese a todos los esfuerzos para que sean llevaderas para los involucrados directa e indirectamente en un proceso de cambio, es inevitable el efecto que este tendrá en todos ellos. Para algunos el cambio será positivo desde su perspectiva, pero otros vivirán momentos difíciles.

Por ello, debemos analizar, planear y ejecutar con gran detalle los procesos de comunicación y sensibilización que desarrollemos durante el proceso de cambio. Algunas organizaciones tratan de mostrarlo como algo ganador para todos los implicados, pero eso nunca es así. Incluso generan acciones de comunicaciones y de sensibilización centradas solo en las bondades del cambio, ignorando los efectos negativos que puede tener para algunas personas.

Recomendamos ser claros, precisos, transparentes y oportunos en las comunicaciones y acciones de sensibilización dirigidas a todos los involucrados, tanto para quienes la transformación les abre posibilidades como para los que pueden verse afectados negativamente.

Debemos tener siempre presente que todos los seres humanos somos perceptivos, sensibles, inteligentes y capaces de hacer deducciones realistas o infundadas a partir de las situaciones diarias que vivimos en nuestro trabajo. Por esto, es importante que la misma organización lidere la comunicación y las acciones de sensibilización, porque si no la información termina siendo manejada en ambientes informales, con grandes posibilidades de que lo que llega a las personas afectadas por estos procesos sea altamente impreciso y distorsionado.

Los seres humanos, aunque nos mueve la emoción, también somos bastante racionales con temas que nos tocan directamente. Pensemos que a cada persona la afectan de manera diferente los procesos de transformación que se llevan a cabo, porque cada individuo es un ser único, cuyo de contexto de vida, objetivos, ilusiones e intereses es distinto.

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